Torre del aire,
que en sueño andaluz
parió su canto
derramando Sur
y barrilete
dónde la pupila vibra
razón y suplicio.
Sujeto arrabal
que entre contiendas
detonó su ser
de luna corchea
y grumete
para surgir presente
en honra de vida.
Aura de verbo
que del tibio aliento
agotó su ruego
en flébil desvelo
y torrente
alcanzando el alma,
tu voz y silencio.
Pasaje de ida,
tu adiós en paisajes
acude negando
cenizas al vuelo
y promete
de tu andar perenne
el límpido cielo