Gravedad,
amor sin destino
precipitándose desierto
entre cosmos desaliento
sobre lumínicas esferas
sumergiendo distancia,
y del vacío afluente
su nostalgia desbrozada.
Merodear
silencios infinitos,
partículas de muerta palabra
dirigiendo nocturno testimonio
de albergues esperanzas
que en fondo inmensurable
augura dichas enterradas.
Atemporal
redondel equinoccial
articulado al viviendo
por metódicas agujas
que, clavando sucesos
se repiten en espasmos
vestidas del mismo averno.