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Ensayos y política - 01 de Enero de 2004

Otras 48 horas

Otras-48-horas
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Fuera del congreso, aunque desapercibido por la prensa, sucedía algo parecido. La libre letrina del palomar que custodia los despachos de nuestros gobernantes, seguía produciendo grandes cantidades de guano, en conmemoración a tan magno acontecimiento celebrado.



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El obelisco, en plena tromofilia desplegaba su pincelada azul-dorada. Cada boca procuraba ahuecar aún más su cavidad, para que el canto saliera en forma de duplicación, gangoso, arrabalero y desafiante. Era el 20º campeonato ganado en pagos académicos, a pesar de ese Arsenal que olvidó su mecha, prestando, por un instante, las manos del arquero.



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La incineración neumática tizna de negrura reivindicativa la nueva protesta. Son los bancarios que están por encima del rango piquetero.


“Si uno se pone al frente del tribunal de su propia conciencia y al juicio de Dios soy absolutamente inocente”- dice un juez corrupto de la Suprema Corte, defendiendo su honor y espíritu de justicia muy bien pagos. El Tato quiere copar nuevamente la parada para agregar más causa a sus causas. Los muertos y heridos en las manifestaciones Jujeñas, Salteñas y Neuquinas se niegan a asumir la injusticia, la pérdida de sus fuentes de trabajo y la endémica pobreza.

Tal vez, por todo lo expresado, debemos reconocer que esta porción de dos días de vida ciudadana, justifica largamente nuestra condición de piquetero estructural, alterando permanentemente el orden público, impidiendo la libre circulación del resto de nuestros compatriotas pre y ocupados. Es verdad. Ambas puntas pertenecen al mismo cordón del darse cuenta y pareciera que ellos buscan otro enfrentamiento redituable. ¿Quiénes son ellos? Los que nos robaron la dignidad, la remuneración justa, los beneficios sociales, los cómplices del embargo de bienes, los que nos confiscaron los ahorros......es decir, los que hicieron de nuestra propiedad privada algo suyo.

Por eso, querido compatriota, quisiera ponerme de acuerdo con el representante del fracaso y organizar nuestra protesta sin perjudicarte.

Debería resultarte lógico que tomemos prestada alguna Avenida para hacer nuestros petitorios. A éstos mismos señores del congreso, que hoy, junto a las palomas, vuelven a evacuarse en todos nosotros.

Adolfo Vaccaro, escritor argentino | mensajes@adolfovaccaro.com.ar | 2002 - 2024 | Textos disponibles en el sitio: 594